Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Los altos precios de los alimentos dispararon el valor de las exportaciones de América del Sur

Las exportaciones de arroz y trigo de la región aumentaron más de 70 % en su valor durante el pasado año 2011.

FAO

El último boletín de seguridad alimentaria de la FAO señala que las exportaciones de arroz y trigo de América Latina aumentaron más de 70% en su valor en 2011, sobre los resultados del año anterior. Unas exportaciones agroalimentarias del cono sur del continente que aumentaron en un 27%. En relación a los precios de los alimentos destaca la estabilidad de los ´timos meses, aunque permanecen altos

Los altos precios de los alimentos registrados durante 2011 repercutieron en el valor de las exportaciones agroalimentarias de la región, las que incrementaron 27 % respecto a 2010, señaló la semana pasada la Oficina Regional de la FAO.

El boletín de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe de la FAO, indica que durante el año pasado las exportaciones de arroz y trigo de la región aumentaron más de 70 % en su valor, propiciando una reducción en el déficit comercial de cereales a nivel regional.

"El comercio agroalimentario de América Latina sigue mostrando saldos comerciales positivos. El superávit en 2011 aumentó 7,5 % respecto del año previo, lo que es una señal de la especialización agroexportadora de la región", señaló Fernando Soto Baquero, Oficial de Políticas de la FAO.

Cosecha de trigo mecanizada

"Sin embargo, la capacidad exportadora de cereales está centrada en los países del MERCOSUR y Chile, mientras que el resto de los países de la región tienen una balanza comercial deficitaria en cereales", explicó Soto Baquero, destacando las diferencias en los niveles de producción y exportación de los países de la región.

Para 2011/12 la FAO estima un crecimiento de 4 % en la producción mundial de cereales, principalmente por las buenas expectativas en trigo y granos secundarios, lo que impulsará un incremento de las existencias finales de cereales. La producción de cereales de América Latina y el Caribe, en cambio, se mantiene prácticamente estable respecto de la temporada anterior.

La región ante la desaceleración mundial

El boletín de la FAO señala que el PIB de América Latina y el Caribe creció 4,6 % durante 2011, un porcentaje mayor al de la expansión de la economía mundial. Si bien durante 2011 se produjo una desaceleración en las tasas de crecimiento, hasta hoy esta tendencia no se ha traducido en una dinámica recesiva.

"Diversas señales de la situación económica mundial en los últimos dos meses muestran que las previsiones más pesimistas divulgadas a fines de 2011 no se han materializado", explicó Soto Baquero.

Para América Latina y el Caribe se estiman crecimientos cercanos al 3,7 % para 2012. Si bien estas cifras resultan positivas dado el contexto económico mundial, representan una desaceleración de la economía de la región por segundo año consecutivo.

Precios alimentarios estables aunque altos

La Oficina Regional señaló que los precios internacionales de los alimentos se han mantenido estables en los últimos meses; no obstante, los niveles continúan siendo altos.

En América Latina y El Caribe, la variación en los precios de los alimentos presenta niveles superiores a los del índice general de precios, lo que fundamenta que los países estén preocupados por proteger el poder adquisitivo y el acceso a los alimentos de la población más pobre.

Seguridad alimentaria es una prioridad de los gobiernos.

Aunque en la región hubo una reducción de la pobreza total de un punto porcentual en 2011 respecto del año anterior, la indigencia (personas que no pudieron cumplir sus necesidades alimenticias básicas) aumentó en tres millones de personas en el mismo año, como consecuencia de los altos precios (CEPAL, Panorama Social 2011).

Por ello, la evolución de los precios de los alimentos durante los próximos meses requiere especial atención, ya que afecta directamente la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables.

La seguridad alimentaria se ha posicionado como un elemento clave en las políticas nacionales de ALC, lo que se ha visto reflejado en la promulgación de leyes tanto de seguridad como de soberanía alimentaria en ocho países de la región. Al mismo tiempo, otros cinco países están discutiendo este tipo de leyes en sus órganos legislativos.